CLOSE OF THE PICO!
CAMINO NEGRO RECOMIENDA
LUNES 28 DE SEPTIEMBRE
EMPRIMAVERADOS!
NOCHE DE DUENDES
"... este último verano en un atardecer junto al río Calabalumba que abraza al cerro Uritorco en Capilla del Monte, Córdoba, me encontré relajado en la soledad del bosque lindante al camping en donde yo estaba acampando. Mientras prendía un cigarro y con la otra mano sacaba el mate de la mochila, me sentí observado. Aunque, no me desesperé demasiado seguí con la yerba y luego el azúcar y así el primer mate, pero algo sucedió porque algunas hojas en el verde más profundo de aquel lugar llamó mi atención en un instante aterrador. Hice lo que los demás hacen generalmente, me paré, escondí mi panza y grité: quién anda ahí?. El silencio fue absoluto, entonces decidí resolver la situación convenciéndome de que un animal o cosa que andaba por ahí jamás volvería molestarme. Luego de un buen rato comencé a oír los tonos de una guitarra tras los árboles donde antes había percibido aquel movimiento. Me acerqué decidido, total, estaba en las sierras cordobesas, qué podría pasar. Fui internándome en el bosque lentamente, tuve la sensación de haber caminado mucho tiempo, pero algo me atraía, me llevaba hacia algún lugar desconocido. La melodía me guiaba, no tenía temor, la parsimonia era total, hasta que llegué a un claro, digamos un claro oscuro ya que ya la noche se adueñaba de ese confín. Entonces lo vi entre las ramas y los troncos. Él también me había visto, no sé por qué pero lo sabía de antemano. Un duende gigantesco al pie de un árbol con una guitarra rasgaba las cuerdas en la soledad del bosque. Luego charlamos toda la noche, entre trufas y pipas de tabaco, entre cantos y recuerdos. Él me confió que yo era uno de los elegidos, por eso estaba allí hablando con él, por eso es necesario que uds sepan apreciar a este ser que ahora se encuentra a mi lado, porque quizás todos uds los que están escuchando también son elegidos ..."
Tesis sobre amor y frutas
En mi corta vida escuché decir muchísimas cosas del amor. Que no existe, que existe uno solo, que se vive amando, que se muere por amor
que amores imposibles, que amores platónicos, que amores no correspondidos, que desamores
que el primero es el verdadero, que el amor dura para toda la vida, que no dura más de tres meces.
En una charla, de esas charlas de sábado, después de compartir anécdotas, bebidas , comidas, risas y esos debates interminables que terminan con un comentario pelotudo de la cuestión y una risa generalizada, la mesa más machista del planeta o por lo menos una de las más, comenzó a hablar de mujeres y de amores. Empezó por el lado de las experiencias contemporáneas de cada integrante de la mesa. Cada uno con su propia mochila, despechado, enamorado, cansado o lo peor de todo simplemente acostumbrado, sacaba de adentro sus sentimientos y los exponía como quien abre un cuerpo para que los aspirantes a médicos lo examinen, porque no somos más que eso en lo que al amor concierne, sólo aprendices. Uno de los más desengañados de la mesa planteó la famosísima teoría que concierne al sexo denominado débil ."Son todas putas que sólo les gusta la guita". Rápidamente fue refutado por otro integrante, que a simple vista era parecido al pesimista anterior pero que dijo su verdad "ah no, si vos todo lo hacés por amor gordo. Si viene una vieja con plata se te caen las medias. Aparte es una gilada decir que son todas iguales, vos porque todavía no encontraste la mina que es para vos". Una tonelada de comentarios sobre sexualidad intentando agredir al "gordo" salieron de nuestras bocas, pero una sola cosa me hizo reflexionar sobre la idea que tenía del amor y de la búsqueda de éste. "Tenés que buscar hasta encontrar tu media naranja gordo" salió de la boca del asador, un tipo casado hace ya varios años. Estas palabras me hicieron pensar, "¿y si el que dijo lo de la media naranja por primera vez, se confundió de fruta?". Con la teoría de la media naranja habría una posibilidad entre 6,781,473,585 de que encuentres a tu otra mitad. No sólo eso, el mundo tiene una circunferencia de 46.190 kilómetros o sea que en todo esos kilómetros puede estar tu otra mitad. Estos datos estadísticos, que nada tiene que ver con el amor, me dan a entender (según la teoría de la media naranja) que hay mas posibilidades de encontrar una comunidad negra que sea sucursal de el Ku Klux Klan que a la otra parte de tu cítrico. Porque no sólo es querer encontrarla si no, que cuando la encuentres, hable tu mismo idioma, que viva relativamente cerca o por lo menos no del otro lado del mundo, que se dé la circunstancia de que puedas demostrarle que es tu media naranja y muchísimas otras cosas que harían casi imposible o para ser positivos que te darían una ínfima chance de conseguir esa otra mitad.
Pero vuelvo a replantear la pregunta que me hice al llegar de ese asado,"¿y si el que dijo lo de la media naranja por primera ves, se confundió de fruta?". Suena absurdo pero lo creo verdad. No creo que la naranja sea adecuada para describir la correspondencia y la veracidad de los amores que pasarán y que pasaron por mi vida ni por la tuya. Más bien lo compararía con una mandarina. Sí: una mandarina, tanto replanteamiento de ideas y llego a la conclusión de que mi vida amorosa se puede resumir a una mandarina. Por más patético o ridículo que suene, de pocas cosas me sentí tan convencido. Ahora ¿por qué una mandarina?. No soy partidario de que el amor es uno solo, ni que haya sólo una mitad de la naranja. Creo que tantas hay medias naranjas como gajos de una mandarina, y que como todo hay más importantes menos importantes, efímeros, de una noche , de años y hasta de un colectivo, que son diferentes pero que a su manera , fueron gajos.
EMILIANO PISTONE
Si me preguntas qué es lo más hermoso que hay, te respondo VIVIR. Si preguntas qué es lo más peligroso... CRECER.
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